Mantenimiento de herramientas, máquinas e instrumentos
Con el uso, toda herramienta, máquina e instrumento está sujeto a un proceso de desgaste, el cual es variable y depende de la frecuencia y las condiciones de empleo, de la calidad de los materiales y de la habilidad y el conocimiento del operador.
Para evitar o corregir este desgaste o cualquier otro producido por el uso, todos los instrumentos herramientas o máquinas requieren mantenimiento. Los instrumentos, por su naturaleza más compleja, suelen necesitar mayores esfuerzos en este rubro. Y cuanto más complejos sean, mayor énfasis se debe hacer en este.
Las herramientas, máquinas e instrumentos requieren dos tipos de mantenimiento:
1. Mantenimiento preventivo.En caso de que una máquina, especialmente si tiene muchas partes rodantes o giratorias, llegue a carecer de la cantidad adecuada de lubricante, sufrirá más desgaste de lo deseable y su rendimiento en un sistema productivo caerá de manera considerable. O, en casos extremos, dejará de funcionar. Para evitar esto (o prevenirlo) se debe dar mantenimiento periódico a la máquina, el cual no se reduce a la lubricación, ya que también incluye limpieza, ajuste o calibración e, incluso, sustitución de piezas.
2. Mantenimiento correctivo. En ocasiones, a pesar de darle un mantenimiento preventivo constante, una máquina, una herramienta o un instrumento terminan fallando (piensa, por ejemplo, en un automóvil al que se le poncha un neumático). En ese caso, es necesario “componerlo”. Este tipo de mantenimiento abarca desde la detección de la falla, en caso de que exista, hasta la corrección o sustitución de la pieza o las piezas que la causan (para seguir con el ejemplo, el mantenimiento correctivo tras una ponchadura sería la sustitución del neumático por uno que se encuentre en óptimo estado).
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